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Un día de lucha y reflexión
El Día Internacional de la Mujer conmemora a las mujeres como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
El origen del Día Internacional de la Mujer es trágico: en 1908 una huelga masiva generó marchas en Estados Unidos. Las mujeres reclamaban mejoras salariales, reducción de la jornada laboral y derecho al voto. En este contexto el 8 de marzo, en una fábrica de Nueva York, 129 mujeres murieron a causa de un incendio luego de haber sido encerradas en la fábrica en la que trabajaban. Todos los 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer para recordar y poner en agenda las desigualdades que se viven aún hoy.
La salud de la mujer
La lucha de las mujeres llegó al ámbito de la salud. Gracias a esto, en las últimas décadas se lograron grandes avances en materia de salud femenina.
El Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, del año 2002, garantiza a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud reproductiva y procreación responsable. Esto implica que cada mujer puede elegir cómo cuidarse y tiene derecho a recibir toda la información necesaria para hacerla. Además, los métodos anticonceptivos elegidos por cada mujer están cubiertos en el PMO de las obras sociales, y los centros de salud públicos administran pastillas anticonceptivas y preservativos de manera gratuita.
La Ley de Parto Humanizado, de 2004, establece que la mujer tiene derecho a ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el parto y postparto; a un parto respetuoso de los tiempos biológico y psicológico; a ser informada sobre la evolución de su parto; a elegir quién la acompañe durante el trabajo de parto, parto y postparto, entre otros.
Además, el Régimen para las intervenciones de contracepción quirúrgicas, del año 2006, autoriza a toda persona mayor de edad a acceder a intervenciones quirúrgicas anticonceptivas, como la esterilización tubárica o la vasectomía. De este modo, la mujer no necesita pedir consentimiento de su cónyuge para realizarse una ligadura de trompas.
En el Día de la Mujer recordamos que los derechos sexuales y reproductivos son garantes de autonomía y libertad de decisión. Defendamos nuestros derechos.