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Con los ojos abiertos
El 23 de septiembre, nuestro neurocirujano Dr. Juan Pablo Casasco realizó una neurocirugía con paciente despierto en el Sanatorio Modelo de Caseros.
No era la primera vez que el Dr. Casasco realizaba una neurocirugía con el paciente despierto, pero tampoco es algo frecuente. En este caso en particular, para extirpar este glioma primario de cerebro, era importante poder evaluar las funciones neurológicas del paciente a medida que se llevaba a cabo la cirugía y, por ende, había que mantenerlo despierto.
El procedimiento en sí mismo tomó unas cuatro horas, pero la preparación del paciente comenzó mucho antes. Es que, según indica el Dr. Casasco, se necesitó un mes y medio de consultas con la neuropsicóloga, Lic. Cynthia Zaiatz, para preparar al paciente para afrontar ese momento en el quirófano. La cirugía inició con el paciente totalmente sedado, pero luego se lo despertó en el quirófano para poder medir las funciones del habla y era importante que estuviera preparado, mediante el entrenamiento psicológico, para enfrentarse a tan atípica situación. Lo fundamental era evitar crisis nerviosas o ataques de pánico que pudieran inhabilitar la cirugía.
La Lic. Zaiatz también estuvo presente en el quirófano para asistir al paciente, junto con el cirujano, los ayudantes, instrumentadora quirúrgica y un neurofisiólogo. Para medir las funciones neurológicas, el Dr. Casasco, asistido por el neurofisiólogo, iba tocando distintas partes del área a operar con una suerte de lápiz especialmente diseñado para tal fin. En simultáneo, la Lic. Zaiatz realizaba un cuestionario al paciente. Cuando, al toque del lápiz, el paciente perdía la capacidad de habla, el doctor delimitaba esa parte de la corteza cerebral con un algodón: esa zona no debía tocarse.
De este modo, con la precisión propia de un neurocirujano, el 23 de septiembre el Dr. Casasco llevó adelante esta cirugía poco frecuente en nuestro sanatorio. ¡Felicitaciones a él y todo su equipo!